El jamón que no sabe a “otro jamón”
Este Jamón de Bellota Ibérico 50 % Raza Ibérica es El Mejor Amigo del Hombre —y del buen paladar—: un producto que viene de la dehesa extremeña, donde el cerdo ha vivido libre, alimentado con bellotas, hierbas y aire puro.
¿Qué hace que sea especial?
Le dedicamos toda nuestra experiencia jamonera: crianza cuidada, alimentación auténtica, curación lenta (mínimo 36 meses) y ese sabor de verdad que sólo se consigue cuando se cuida cada detalle.
Ideal para los sibaritas, para regalar a los que saben disfrutar, o para darse un homenaje en casa que diga “aquí se vive bien”.
Beneficios que se saborean
- Sabor potente y equilibrado, con grasa que se funde y aroma a dehesa.
- Textura jugosa y melosa gracias a su curación y alimentación; un corte que se deshace y deja huella.
- Formato listo para disfrutar —pieza entera o loncheado—, para que lo tenga siempre a mano.
- Regalo infalible, porque es un producto con carácter auténtico, elaborado con tradición familiar.
- Confianza total, pues detrás está García Mimbrero, controlando la cadena de producción de principio a fin.
Cómo disfrutarlo
Maridaje perfecto: un vino tinto reserva o una cerveza artesana ligera; pan rústico, tomate maduro y ¡ya tiene aperitivo de lujo! Es el momento ideal para un tapeo entre amigos, una celebración especial o simplemente disfrutar de la sobremesa sabiendo que no habrá segunda elección.
Características del producto
- Tipo: Jamón ibérico de Bellota 50% raza ibérica.
- Raza: 50 % ibérico.
- Alimentación: Bellotas, pastos y hierbas en la dehesa.
- Tiempo de curación: Mínimo de 36 meses.
- Origen: Fuente de Cantos, Extremadura, España.
¿Por qué elegir García Mimbrero?
Con décadas de tradición en Extremadura, controlamos toda la cadena: desde la cría del cerdo hasta la tabla de corte. Seleccionamos pieza a pieza para que usted disfrute de calidad de verdad.
Clientes satisfechos en Europa, garantía de satisfacción: si no le gusta, se lo devolvemos.
¿Por qué elegir esta pieza frente a la competencia?
Porque aquí no es una pata más. La alimentamos en montanera, curamos al menos 24 meses en Extremadura, garantizando ese sabor, esa textura que hace que, una vez la pruebe, no quiera otra.
